Los tipos más comunes de camas médicas de hospital
Una cama médica de hospital es un equipo especializado que se utiliza tanto en el ámbito sanitario como en el clínico. En un entorno hospitalario, suele utilizarse para proporcionar una superficie cómoda y de apoyo en la que los pacientes puedan descansar durante tratamientos prolongados o exámenes breves. En el ámbito clínico y de la atención domiciliaria, la cama se utiliza para apoyar a los pacientes que tienen movilidad limitada y, por lo tanto, requieren asistencia adicional y ayuda con las actividades cotidianas.
Las camas médicas de hospital vienen en una variedad de formas, estilos y tamaños. Van desde opciones simples y básicas hasta opciones tecnológicamente avanzadas que brindan una amplia gama de características y personalización. Por lo general, las características disponibles en una cama médica varían según el tipo y el diseño de la cama. Sin embargo, en todos los casos, el objetivo final es brindar un entorno seguro y cómodo para los pacientes mientras reciben la atención médica que necesitan.
Los tipos más comunes de camas médicas de hospital incluyen camas eléctricas, camas ajustables, camas manuales, camas manuales con manivela, camas de tamaño completo y camas bajas.
Las camas eléctricas son el tipo de cama médica hospitalaria más utilizado. Por lo general, funcionan con un motor y están conectadas a una fuente de energía. Se pueden operar de forma manual (por una enfermera o cuidador), de forma remota o con un panel táctil. Por lo general, estas camas vienen con accesorios como opciones de reposacabezas y reposa rodillas, soporte postural y una variedad de mapas de presión.
Las camas articuladas tienen partes ajustables, como la cabecera y los pies, lo que permite niveles de comodidad personalizados. Las camas manuales son los tipos más básicos de camas médicas de hospital y funcionan mediante manivelas y cilindros hidráulicos que se pueden manipular para adaptarse a las necesidades del paciente.
Las manivelas manuales se utilizan generalmente en camas bajas, que suelen estar más cerca del suelo. Las camas bajas se utilizan para pacientes con riesgo de caídas o con movilidad limitada.